Lanzaba yo a la noche
Una esperanza resignada
Que mas bien venia pareciéndose a una queja,
Una forma de llamarle mentirosa a la esperanza que fallaba.
Después de tantos días de luna
Y de perseguirla reprochándole su promesa que no cumplía,
Esa noche no la había,
El cielo era sola un lienzo de negro uniforme
Con uno que otro pincelazo de agonía.
Lanzaba yo mi aliento en alguna palabra maldita
Cuando así, de la negrura del cielo
Se arranco un alma alada,
Que volaba sobre el silencio muerto
Tan muerto, que no parecía que volara,
Solo parecía ir, ir en lo que aleteaba,
En los ojos se llevaba las estrellas que no estaban
Y a su paso los míos también en ella los clavaba
En lo que con las garras se llevaba mis palabras
Que de la boca me las quitaba,
Me quede sin boca, me quede sin mirada,
No era solo la lechuza que se presentaba,
era algo mas..
Era la luna, era la luna que me callaba.