Liso y llano
estaba el
estanque.
No había
nadie, junto
a tí. ¿ A quién
esperabas, con
tanto garbo?.
Pato, cuando
con tus plumas
oscuras, no
atraes ni al
firmamento.
Solo, estás
y solo esperas,
a quien diga
al oído, y por
lo bajo,
que celosamente,
guardaría tu
secreto...