Con la última brisa de verano,
llega el alba y besa mi sueño.
Cava y desempolva en vano
sentimientos que soy dueño.
Veo el fulgor de una estrella
posarse en mi almohada.
Mágica y preciosa hada,
divina influencia aquella.
La lección fue aprendida
¿Porque me robas el sueño?
Y mi alma amanece aturdida
al despertar de este ensueño.
La profundidad de tu mirar
hicieron perder mi tesón.
Suculentos labios de azúcar
doblegaron mi reciente razón.
Fugaz golondrina apareciste
para hacerme conocer
que el amor solo existe
con el único fin de ser.
Libre de dolor,
lleno de candor,
libre.