-Estúpidos relojes-
Métrica invisible
tal vez imaginaria,
un fuego dentro,
una ilusión fantasmagórica,
una necesidad ingenua,
deletrear el mismo pasado
con las aves enjauladas
en el trasero del tiempo-
Estúpida sapiencia,
mueves ingenuamente
el paralelo de mi muerte
al plano universal de la vida
-por siempre-
No hay cambios
que transgredan
un cambio en el pasado,
al masticar olvido en el presente,
creyendo lo contrario en el futuro,
el corazón se incendía,
y es divertido,
oscurecer la válvula motriz,
dilatando la retina
en la misma fijación
de la pregunta escrita con sangre
al recordar que somos eventos del pasado,
NO ME JODAS NÚMERO IMAGINARIO DE LA REALIDAD,
NO SOY UN PLANO VISUAL DE TUS JUEGOS MÉTRICOS,
ni tampoco el lamento del arte
por permanecer tatuado en una espiral
recordando otra vez
tu incendio a través de la ósea consonante,
un reloj óseo lineal
y el reloj desparramándose como manteca
sobre el asedio de la revolución del hambre intelectual,
no sé pueden quebrar, ni tampoco romper,
solamente se pueden derretir
hasta que muten
en otra metamorfosis
que enfrasque nuestras negligencias antiexistenciales-