Es la poesía, una dama,
humilde doncella…
que sin métrica,
que sin rima,
se desnuda ante un pentagrama
que vestido de clave de sol,
sueña con y en ella.
Juntos los dos
bullen con las estrellas,
de ahí, nace la canción…
canción con la que se llora,
tonada que deja huella,
melodía que retrata el alma
con corcheas y onomatopeyas.
Antonia Ceada Acevedo