Aunque digan -y es cierto- que todo está inventado,
aunque hayamos llegado a concluir que la vida carece de sentido
y un reloj sea una nube
y una estrella fugaz sea la manzana de Newton
convertida en burbujas de champán…,
aunque entienda los signos cabalísticos y la música en morse
y un recuerdo genere en torno a sí
campos gravitatorios
yo siempre esperaré a que tú intentes
una nueva sonrisa
-ya ves qué poca cosa-,
sólo un gesto
que escape a la arrogancia de un filósofo estúpido y confunda
a un físico avispado.
Porque sólo de ti conozco el tacto y el calor de la manos
a ti vengo y vendré
siempre que tenga frío,
siempre que apriete el miedo,
siempre que tenga sueño y esté fuera de horario.