Hugo Emilio Ocanto

SI TE ABANDONO... (Relato)

 

¿Qué es lo que

me lleva a comentar

todo esto?

No puedo dar

una exacta respuesta

a lo que me pregunto.

Decir lo que siento,

en una realidad

tan cierta

como mi propio nombre.

¿Cómo es que podría

llegar a abandonar

a quien tanto quiero,

a todo esto que necesito,

como mi propia existencia?

Los últimos acontecimientos

de mis días, me llevan

a expresarme de esta forma.

Triste es la realidad.

Más que triste, angustiante.

Más que angustiante.

El miedo ha llegado

a hacerme sentir por momentos,

más que miedo…pánico.

Las noticias de los diarios,

de la televisión,

ante tantos crímenes injustificados.

Sucesos que en mi Patria

suceden, y que lastiman

los corazones de todo un pueblo.

Muertes que no se aclaran.

Violaciones que se cometen.

Injusticia, demencia de seres

Irresponsables…que no saben

lo que dicen, ni lo que hacen.

Pánico en los barrios.

Muertes reales, no encontrándose

a los verdaderos asesinos.

Y si los encuentran,

no se les hace justicia.

Estos acontecimientos,

por momentos me hacen perder

la razón…

Los leo, los veo y me

parece increíble

que sea una realidad,

pero lo son.

Hace once días salí

para hacer una diligencia

de trámites personales.

Al salir de casa, le dejé

encargado a mi hermana

me cargase por cuarenta pesos

mi celular.

Salgo, hago mis respectivos

trámites, y al llegar

a nuestro departamento,

me llevo la gran sorpresa

de que manos anónimas,

habían forzado la cerradura.

Entraron, dieron vueltas

y revueltas todo lo que había

en las habitaciones.

Encontraron lo que buscaban: dinero.

El lugar exacto en el que

yo tenía unos cuantos pesos,

y los pesos que mi hermana

tenía en su habitación.

Ambos importes encontrados.

Se los llevaron, inclusive  mi celular,

que no había llevado.

Lo dejé sobre la impresora.

Se lo llevaron para después

venderlo, seguro.

No estábamos ninguno

de los dos en el departamento.

Supongo que llegamos

ambos por separado

a los pocos minutos

de haberse cometido el robo.

Hice la respectiva denuncia policial.

Fui a la compañía de seguros.

En estos días nos reconocen

el importe del cambio

de cerradura y unos pesos más…

Ladrones sobre los techos,

Delincuentes que se rumorea

son drogadictos vecinos,

que nadie quiere señalar

por temor a que nos maten.

Encontré sangre en un sobre

en el cual guardaba

Importantes documentaciones.

Lo comenté en la comisaría.

Lo declaré en la compañía.

Pero hacer un ADN,

sale una fortuna…

 

Durante el día, queda la sensación

 

de que en cualquier momento,

y qué decir por las noches.

Expectantes de pasos en los techos.

A la expectativa de que

los delincuentes puedan

volver a robar.

Pánico en el cuerpo,

en el cerebro…

Deseos de abandonar la página.

Sé que nuevamente

es una gran locura mi pensamiento.

 

Pero… cállate corazón.

Si te abandono,

seguro estoy que he de

arrepentirme, Poemas del alma…

 

 

Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 17/03/2015)