Me conformo con oír tu voz:
entre las cimas de tus montañas,
para ahogar de tus nubes el llanto
y así ocultar el sol con desdichadas huellas.
Me conformo con oír tu voz:
que retrae penurias en las riberas,
quebradas de transitar lento
sin ti, por tan espesas brumas.
¿Dónde estás brisa viajera?
¿Dónde estás musa pasajera?
¿Dónde estarás?, que mi ansia no te alcanza.
¿Dónde estás ensoñación de mi loanza?
en estas mil noches tras el viento
dejas huellas al cantar altivo en quimera.