Estos a los que llamo mis poemas
son trozos inmensos o minúsculos
de corazón y alma, de sentir y padecer.
Cuántos de ellos, cuántos, son vivas penas,
otros muchos están de ósculos llenos,
de cálidos, tiernos y bellos amaneceres.
Estos a los que llamo mis poemas
mostrarán mi onírico mundo
o el triste paraje que me decora,
son tantos y tan diversos temas
que así como al éter escribo y al río,
lo hago al paisaje y al mundo que me enamora.
Estos a los que llamo mis poemas
hablan de todo un poco, de todo un poco
como lo es la vida en sí misma,
sabrán cómo hacen las flores
para volver casi loco al corazón
que se va a la cima o se abisma.
Estos a los que llamo mis poemas
son sólo tristezas en blanco y negro
o alegrías llenas de vivos colores
y están en cada renglón de mis hojas
son primavera llena de mágia y verde
y para mi son el amor de mis amores.