...Te vas
y yo enmudezco...
los ojos se me secan
queriendo llorar,
y yo callo,
ya sin voz,
porque tu río abandonó mi cauce,
y yo he quedado seca,
como este lecho abandonado...
las grietas asomando y gritando su sed...
he quedado sola
y en un atisbo de libertad,
he mirado hacia el horizonte,
sabiendo que ese
siempre ha sido
mi destino...