Te vas temprano.Llegas tarde. La impaciencia se multiplica como antes la boca de besos.Los reproches son susurros de versos distorsionados por uno mismo. El refugio es mi brazo sobre mi pecho. El refugio eres tú, ahogado en tu propio dolor. Ya no cabemos en nosotros. El nosotros es un preso que busca liberarse. El nosotros es otro. Una forma que ha quedado de cada uno. De cada uno cuidándose a sí mismo.
Y somos una palabra que no alcanza
un abrazo que llega siempre,
después de la herida.
Primero es herir,
después cubrir de amapolas
a nos-otros mismos
que nos vamos matando.
Vos y yo...
Escucho de vos
de tus labios
y me pregunto
quién eres tú?
Mis manos sostienen
la breve esperanza
de tu recuerdo
y vuelvo a amarte.
Quiero amarte,
simplemente te amo
aunque sigamos errantes.
Aunque estoy segura
que aún,
sosteniendo tu mano,
tú vas por el camino
del norte.
Y yo,
sigo hacia el sur.