Vuelvo a lo mismo...
Lo mío es negro; es puro abismo.
Esperar la afilada hoja de la guillotina
que desprenda mi cabeza...
Y no sentir, y no pensar.
¡Ay, de mí!... Soy esa tonta mujer
que espera lo que da y se queda
con las manos vacías;
mirando nostalgías, mirando recuerdos
flotando en el pasado, como pompas de jabón.
¡Que fragilidad, tan eterna como un instante!
Llega otra y, entonces, todo es cobarde.
Hasta el \"amor\" se esconde y se desnuda
sin cavilar en las razones.
El abrazo, el beso, son nada en otros brazos,
en otros besos...
Soy esa tonta mujer que lo da todo...
Cuando su todo es vuelto en nada.
H. S. S.