Fuegos atormentan mis manos
cuando la musa no quiere venir,
no veo por que no me inspira
el hecho de ser feliz.
¿Como culpar a la vida
si se me vuela la musa
cuando el amor
toca mi puerta?
¿Cómo entender
que no escribo
si tengo
la tristeza muerta?
Tal vez sea parte de mi lúcida locura
o un vedamiento impuesto por la cordura,
por más que he de socavar en mi alma
no encuentro respuesta alguna.
Por eso vengo, compañeros,
buscando una musa alegre,
no una musa oscura y senil,
sino la otra, la que sorprende.
Pido su ayuda por caridad
pues ya no quiero comodidad,
felicidad sin musa es muerte,
o ¿tendré que echar el amor a suertes?
Joder! como dicen en España,
la poca creatividad me da migraña,
no es comedia ni ficción,
les juro que necesito mi inspiración...