Donde estas, amor, ven...
asómate a esa luz nueva
que el firmamento me presta
cuando enciende las estrellas.
Ven... Muéstrame una señal,
haz cantar al tímido gorrión
y que sea su gorjeo quien diga
donde buscar a tu corazón.
Dale también versos al gallo
para qué cante a la alborada
y con su roja cresta señale
donde tu persona de halla.
No sigas escondida, amor...
que es mi soledad, !! sentencia !!
el verdugo de las emociones
que tus manos perdidas silencian.
Yo quiero que llegues, vida mía, trepes como reptil por mis albricias
y cuando menos lo espere...
nos fundamos en caricias.
Déjame verte, !! Por Dios !!
dale tu imagen al viento
y así cuando libré sople,
se adentre en mi pensamiento.
Haré una hoguera esta noche
y disfrazado de chamán,
aspiraré ese embrujado humo
para en él poderte encontrar.
La tierra, también yo cabaré,
hasta llegar a la profunda brea,
donde enterraré la petición
que mi corazón desea.
Lo haré para que la hierba
esa que el rocio hace crecer,
lea en su raíz mis palabras
y hagan florecer nuestro querer.
Y al llover, no abriré mi paraguas,
soñaré que cada gota al rozarme,
es una de tus lágrimas que
también caen por encontrarme...