HERMINSON YULE RIASCOS

DE TANTO AMARTE

De tanto amarte...

desperdicié sonrisas y besos

cerré oídos a palabras blancas

y comí tiempo que no floreció.

De tanto amarte...

olvidé que el corazón sentía

que al alma el adiós dolía

y que de los ojos también llovía.

De tanto amarte...

Escribí colores que a otros decoraron

que con labios ajenos a otras conquistaron

y que por mi culpa... también suspiraron.

De tanto amarte de esta forma

tan mía y más que humana

sólo y triste desperté una mañana 

y sólo oscuridad entró por mi ventana.

Por amarte así desalmada,

quise odiarte de corazón

pero no tuve la convicción

y terminé deseándote con devoción.

De tanto amarte...

aprobeché sonrisas y besos

capté quejidos suaves y míos presos

y degusté momentos sin sucesos.

 

VENIA DE SU RECUERDO

 

Aquél día, venía de su recuerdo,

oscuras nubes eran mis ojos,

esperanzado en un futuro que lerdo

llegaba y y no retiraba esos abrojos.

 

Sabía que era un loco cuerdo,

amar a la dueña de mis enojos

alguien onírico con quien me pierdo

y que al no estar dejó sólo despojos.

 

En el éter ya no se dibujaban

las cosas aquellas que veíamos

ahora sólamente estaban

 

los momentos que atrás dejamos

esos miles de instantes que enamoraban

los corazones cuando nos amábamos.