Duerme mi niño, atrapa los duendes
que a tu ventana se dejan llegar.
No temas mi niño que acá esta tu madre,
velando tu sueño hasta despertar.
Nana a la ternura, a tu piel rosada,
al dulce perfume que hoy puedo aspirar.
Si tengo tu mano prendida a mi mano
me siento invencible, capaz de volar.
MAKO