Con tu apacible andar de ex-fumador
con tu ternura a flor de piel
con ese sello de humildad que te supera
dejaste huellas de azúcar y de miel
en los tortuosos caminos de Poemas.
No me sorprende nada
que Benedetti te admire desde el cielo,
igual que vos a él.
Mario , con su varita, fue el inventor del fuego
Pero ,Rubén, créeme,
¡¡¡La primavera nació con tu palabra!!!
andrea