No buscaba ya a nadie
porque asumía que ya nadie habría,
que diera luz a mis días
que, con solo mirarme, lograra que sonría.
Y aquí estoy ahora,
escribiendo sobre ti,
para ti,
pensándote a toda hora.
En ésta noche en la que siento
un deseo que me invade,
el de que llegue ese momento
en que pueda al fin tocarte.
Rozar tu hermosa presencia,
cual aire al pétalo de una flor,
sentir con mis labios,
de tus besos, el sabor.
Acariciarnos en todos los rincones,
invadidos por la pasión,
olvidarnos de todo
lo que haya a nuestro alrededor.
Entrar en otro mundo,
nuestro mundo,
en el que no exista nada..
más que tú y yo.