Asísteme el derecho de robarle,
minutos infinitos a tu vida,
placeres y fervores con cariño,
repondré en su lugar apasionado.
Sumiso me encontré ante tu mirada,
perdido en el vaivén de tus caderas,
adicto me he vuelto con la idea,
de poder estrecharte entre mis manos.
Despertar de mi poesía,
fantasma de mis sueños,
raptora del aire que respiro,
fantasía surcadora de mi pecho.
Hazme tuyo en la frescura de la noche,
aferrasen mis brazos como hiedras a tu espalda,
descubrir tu cuerpo estremecerse,
al recorrido de mis dedos por tu alma.
Solo conozco el hoy, no tengo dominio del mañana.
Disfrutemos el placer correspondido,
domemos al destino con tus besos,
escribamos en tu alma mis palabras.