De entre el querer y el poder, tiré siempre más hacia el querer.
Ante la duda en el "por si acaso", no cogí ni un solo pájaro.
Dejé correr tanta agua, que no tenía que beber, que me deshidraté.
Cedí por educación, tantas veces mi lugar, que perdí el espacio.
Pero eso se ha acabado !!!
A partir de ahora mismo, juro, que nunca volveré a ser tan tonto!!!