Hacer el amor contigo,
es un aprendizaje cotidiano.
Conduce, conduce mi mano y
pásala por el relieve de tu cuerpo,
que cuando tu piel se levante
al contacto de mis dedos,
se levantarán mis deseos de tu carne
y de tu ser
y me perderé en el laberinto
sinuoso de tus curvas,
para adentrarme en el.
Seré párvulo
que da sus primeros pasos,
cada vez que me enseñes
como hacerte el amor.
José Luis Agurto Zepeda.
Managua, Nicaragua.
19 de marzo 2015