Ahora... Aquí... Ven, acércate.
Siento frío y hay un iceberg
derritiéndose en mi pecho...
Es demasiada la inundación
y necesario es que esto fluya.
Cierro los ojos e invito al sueño,
y todo en lo que puede pensar es en ti.
Por favor, abrázame:
no me dejes sola, que me hielo.
Estoy tan cansada
de esta \"Rueda del Infortunio\"
que me arde el pecho.
Anoche hablé con Él,
lo he cuestionado:
\"¿Por qué a mí esto?...
Sé que no soy
lo que a su palabra debería,
pero, ya es demasiado.
La carga es mucha,
¿no merezco algo de alegría?\"
Mi cabeza es un volcán
a punto de estallar...
Fuego, fuego y lava,
rocas encendidas mis lamentos...
¡Y tengo frío dentro!...
Abrázame, que siento
que la vida se me escapa
y no hay vuelta atrás.
Se agota el tiempo,
o no existe, ya da igual.
H. S. S.