Reviviendo cada segundo,
buscando tu mirada,
deseando estar de tu mano agarrada..
Recuerdo los mejores cuatro días de mi vida,
cuatro días a tu lado.
Cada noche sentía tu abrazo
y cada mañana deseaba rosar tus labios.
A la hora de nuestra despedida,
me pediste un momento;
aquel que fue perfecto para mirarte a los ojos
y no sólo decir te quiero,
sino para dejar surgir un beso;
aquel beso que estuvo fuera de lo imaginario,
que fue más allá de la realidad;
llevándome al lugar donde mi sueño se volvió real.
Fue tan fuera de lo real, que jamás lo podré olvidar.
Cada Noche apareces en mis sueños
y en cada sueño se repite ese momento.