Víctor,
quedó en
un cajón
olvidado,
junto a sus
tantos
recuerdos...
Era viudo de
Lea.
Ella había
sido modista
de profesión.
Y cuando
llegaba el
carnaval,
sus amigas
concurrían,
presurosas,
con telas
variadas,
para que ella,
les diseñara,
el disfraz.
Hoy, él,
la recuerda,
abrazado a
la foto, que
registraron
aquellos carnavales,
donde se conocieron.
El revive mediante
las fotografías,
sus otros
lindos momentos,
que también son parte,
de él...
Cuando las mira,
celosamente, guardadas,
en el cajón de
su mesita de noche.
Fueron inseparables,
aún cuando ella no
esté presente.
La lleva consigo,
en cada momento,
a su amada
mujer.