Al amor de mi vida
Yo no he sabido nunca de rencor,
a mí no me enseñaron ese arte.
Yo soy autodidacta en el amor,
es algo que se aprende con mirarte.
Nunca clavaron espinas en mi piel
que no fueran de cariño y de ternura;
las flechas, no son algo que me hirieran
en otro sitio que no fuera el corazón.
Eso le ocurre al que ama con pasión,
a quien amar, considera algo tan serio,
que por amor, se entrega todo entero
y no le pide explicación a la razón.
A mi mujer, la amo sin medida,
sin preocuparme de contar, o de pesar
la cantidad que tengo en la balanza,
pues entrego lo que haya que entregar.
Mi vida es ella, y nada más que ella,
pues lo que quiero, es ella nada más.
¡A mí no me enseñaron otro arte,
ni me clavaron más espinas que adorarte!
Autor: Ramón C. Infanzón
Soñador Secreto