El día es como una lenta transición de ideas
desde el amanecer del llanto fuerte
pasando por la violenta mansedumbre vespertina
..legando al punto de oscuridad absoluta..
En esa transición debe aprenderse a brillar
..debe nacer y crecer esa luz suave y austera..
debe colonizarse en todo tu ser...
y al llegar la oscuridad..que nos sirva de lumbrera.
El día es para aprender a brillar, para intensificar,
para observar claramente el mundo...
la tarde es para purificarse en el espíritu de las cosas..
para tomarse un respiro de la vida..para proteger tu fuente..
Así al llegar la noche..cuando el día al fin murió..brillamos
e iluminamos el día de los que nacen..por que todos nacemos
en un nocturno despertar..y nuestras luces guián a nuestros herederos
hacia un nuevo día de luz..que perpetue el concierto..
el concierto de la luz universal tocando en resonancia con el todo..
con sus armónicos..y su perfecto compás..el día es pues..
el concierto del universo..