Poeta sin alma

Te doy mi luz

Te traigo el resplandor de un nuevo día

fundiendo tu tiniebla y tus pesares,

te traigo un sortilegio de cantares

para llenarte el alma de armonía.

 

Y le diré al sol que tú eres mía

porque yo te he elevado a mis altares,

tu reino serán playas y olivares

que llenaran este tiempo de alegría.

 

Mi luz te envolverá en abrazo estrecho,

cálido roce casi imperceptible,

como el pétalo leve de una flor.

 

Y no habré de sentirme satisfecho

hasta que no resulte inextinguible

dentro de tí esta luz y su calor.