Darío Ernesto

Promesas del tiempo

 

Cuando el silencio ronde mi cofre
De barnizada madera
este atardecer de los suspiros
Morirá en un otoño mi lánguida figura.
Habrán pasado las primaveras,
los brotes
la espera
Marchitaran en silencio por la escarcha,
Mi pelo cano, tiesos los dedos, fríos
Habrá el alma partido, por huellas de paz
Camino al olvido,
Cansado de las calles vacías
Por los pueblos sin esperanza, hermanos míos
Aguantando el yugo
Con los pechos gastados
Soportando las cargas y el látigo
Lloverá cada día despintando las fachadas
Crecerán los arbustos sobre las terrazas centenarias
pugnando la hierba sobre las grietas
de los patios despojados por la muerte.
Así simplemente la vida se va
Arboles sin niños en la siesta,
Ronda de álamos con la luna
Sin ojos al cielo estrellado.