Tus pasos dejan huellas de luz
y me arrancan del oscuro abandono.
Vagas,
con tus pies serenos,
en el pasadizo
que hay entre mis pupilas a mi alma.
Sorbes el zumo de mis ojos
y me dejas sequías,
luego me mojas la boca...
Puedes irte
pero no lleves contigo
tus huellas de luz.