Este es el triste país de las vidas perdidas.
Donde las luces se apagaron alguna vez.
Donde en 1976 la libertad y la justicia fueron exiliadas,
por la hipocresía y los genocidas.
Donde las grandes máquinas de metal volador,
piloteadas por grandes dinosaurios asesinos.
Empujaban a las bellas aves que cantaban sin importar nada,
hacia un inmenso rio de plata,
para silenciar sus cantos.
Donde un rey borracho,
intentó luchar contra una dama de hierro.
Y lo único que consiguió,
fue que miles de jóvenes mueran.
Donde grandes monstruos,
atrapaban a guerreros silenciosos que luchaban por un mañana.
En una mansión abandonada.
Y los hacían hablar con una maquina eléctrica.
Éste es el tiste país de las vidas perdidas.
Donde las luces se volvieron a encender.
Donde las aves volvieron a cantar.
Donde los chicos volvieron a jugar.
Donde ya no existen ni monstruos ni dinosaurios.
Donde los genocidas y la hipocresía fueron exiliados,
y la libertad y la justicia volvieron a su hogar.
Éste es el que en algún momento fue el triste país de las vidas perdidas.
Éste, es ahora el gran país de la memoria.
De los pañuelos blancos,
y el nunca más.