Ni tú ni yo presentíamos
Que en aquella noche tranquila
Calurosa y despejada
Dos fuerzas la tuya y la mía
Pudieran erupcionar
De forma tan voluptuosa
Amorosa y tan sensual.
Que suavidad comenzar
Besándote todo el cuerpo
Sintiéndote estremecer
En aquel cuarto tan tuyo
Donde tus sábanas blancas
Se humedecían trémulas
Por el roce de dos seres
En su desnudez perfecta.
Te ame mucho esa noche
Te ame con fuerza, con ganas
Con ese amor guardado
En lo más escondido del alma
Para que tu mi amor
En tu interior sintieras
El ardiente deseo de ti que llevaba.
Como te ame aquella noche
Y al penetrarme en tu cuerpo
De tus lindos ojos manaban
Lágrimas de agradecimiento.
Gracias amor por darme el placer
De mujer viva y ardorosa
Gracias por aquella noche
Donde estuviste tan bella y amorosa.