Quizá no debí amarte...
quizá hice mal en entregarme,
en brindarte mi corazón
alimentando una última esperanza.
Tú abriste las puertas
para entrar a un mundo maravilloso
y ahora mi corazón sufre cuando piensa...
¿qué será de mí
cuando decidas marcharte?
No debí amarte...
¿por qué llenaste mi vacío
sin siquiera preguntarme?
porque mi vida ya no gira
alrededor de ti,
simplemente mi vida
ya eres tú.
Y estas ansías que siento
por abrazarte,
me llevan directo al mismo paraíso,
donde tú y yo tenemos nuestro nido
lleno de un verdadero amor.
YOLANDA BARRY.