Dios no puede perdonar
A quien al pueblo fulmina
Con su metralla asesina
Para poder acallar
Las voces del malestar
Que cunde en la población
Porque el siniestro felón
Es decir, el vil tirano,
Que nada tiene de humano
Es símbolo de traición.
El infame dictador
Que de maldad se murió
A Venezuela sumió
En espantoso rencor,
En odio depredador
En tenebrosa pobreza
Porque robó la riqueza
Del tesoro nacional
Para su propio caudal
Pues fue su naturaleza
El impune latrocinio
Que enriqueció a sus validos
En corruptos convertidos
Para tener el dominio
Y exclusivo patrocinio
De sus conciencias malditas
De sangre roja marchitas
Por celebrar con la muerte
A quien sin arma vencerte
No puede y victoria gritas.