El agua mansa del río,
aún resuena en mis oídos,
sentada bajo el árbol bravío,
que antaño nos prestó su abrigo .
para escribir nuestros nombres juntitos
y dibujar, tu corazón junto al mio.
Son recuerdos sin olvido,
son presencias aladas,
que por siempre me tienen atada,
en este maravilloso paisaje,
que fue el estandarte,
de nuestro amor sagrado.
Hoy sonrio al recordar,
las dulces serenatas,
que a su orilla me cantabas,
arrebatando mis mejillas,
en ese tiempo, suaves y tiernas,
en el grito sagrado del corazón.
Hoy recuerdo y sonrío,
tus versos de amor junto al río,
y cuando ya el otoño hizo nido,
en mi cuerpo y en mi alma,
a mi vida llegó la calma,
y solitaria canto al vacío,
viviendo con tu recuerdo,
esperando el momento
que Dios se apiade y disponga,
que nos volvamos a reunir.
ESPEJO DETUALMA.