Entonces, haz lo que debas hacer
que yo seguiré haciendo lo único
que puedo ...recordarte.
Aunque duela, aunque me
hunda cada día y cada día
deba rescatarme de la hipnosis.
Total, ya tú eras aquel dolor
aunque durante mucho tiempo
ni yo mismo lo sabía, y tu nombre
se revolvía por mi vida como
un puerto al que invariablemente
regresaba cada cierto tiempo,
inolvidable, imperturbable.