A la deriva te veo, o te siento,
lejos de mis brazos, donde mi voz
no puede alcanzarte, donde mi voz...
quiebra en llanto. Y te alejas.
Haces un mundo aparte con los restos de cordura
y te clavas a la arena, y me dejas sin aliento.
Te transformas en ausencia, hablas con lamento.
Estás vestida de muerte, de gris color tu halo es.
Y no puedo alcanzarte, ni quiero intentarlo,
quiero irme libre, quiero no corresponderte,
quiero que me ames no que me sueltes, aunque
así de lejos, suéltame.
No hagas preguntas, no te quedes en silencio, no te separes de mi.