Andando entre noctámbulo momento,
inmerso en la oscuridad abismal
vi de pronto una estela fantasmal,
en compañía de un gélido viento
con la sutileza como indumento
y su brillar excluso a lo normal,
tal homóloga de andar informal
convirtió un parpadeo en algo lento
así de pronto el color de lo etéreo
esa tonalidad de azul profundo,
cambió al más luminoso verde aéreo
tal brillo fugaz fue desvaneciendo
ante su proximidad a lo térreo,
y se consumió en menos de un segundo.
Juan Amezcua