Temor de amar hay en mi interior.
Dulce céfiro, que irrumpiste en mi vida
como bella tonada.
Cierro mis ojos,
pensando en el quizá,
pensando en el tal vez
y vibro tan sólo de soñarlo.
Brilla el faro de mi puerto,
que por tanto tiempo estuvo apagado,
pensando en el quizá,
pensando en el tal vez.
Lindo corazón mío que lates de prisa,
calma mi inquietud
y así entregar este amor,
sin el quizá…sin el tal vez.