Lloraste en la triste soledad del ocaso cubierto de lluvia
densa y fría que se alojaba en aquella laguna frecuentada por garzas blancas,
que resaltaban su blanco plumaje al ras de las pupilas de tu frágiles ojos
roseados por inmensas lágrimas avivándote el recuerdo del amor febril…
El viento entrecruzado con la fugaz lluvia sintoniza canciones
románticas presentes en tu corazón para dirigir sentimientos dulces,
en dirección al amor y a nuestro encuentro en los deseos del tiempo
para nosotros dos en medio de rosas y lluvias a la vistas de lejanas garzas blancas…
María magdalena pediría un mejor encuentro a la vista de
numerosas garzas morenas pero la naturaleza embelese aquellos instinto bellos,
para entregarme todas las sesiones dulces de tu apacible corazón
doblegado al recuerdo profundo del legado pactado entre usted y yo…
RIVAS JOSE