Echo de menos tu caricia fulminante
tu cuerpo desnudo entre mis cansados brazos
Echo de menos esa miel que humedece mis muslos
que desborda tu sexo que me eleva al infierno.
Echo de menos tu mano en mi cuello atrayéndome
tu mirada deseosa de amarme al cien
Echo de menos tus palabras en mi vida
muero sin ti si tu bendita compañía...
Muero sin la venidera bendición que me motivas.