Fué así de repente,
Como el relámpago.
Me iluminó furtivamente
y después sin saber por qué
silenciosamente se marchó.
Después vino el trueno
Y crepitó en mis oídos
palabras lisonjeras,
dijo que me amaba,
provocó en mi ser
la llamarada...
Él, volcán en erupción
Dejó fluir su lava ardiente,
Fué magma que marcó mi ser
Dejando cicatrices
No solo en mi piel...
También en mi alma.
D.R. 66ARCOIRIS/LIAAZHNY