En las etéreas noches,
los recuerdos de haber estado
en tus brazos, analizo.
Esos ardientes besos con ternura
en tu cuerpo depositados.
Huellas de amor a tu paso dejaron,
en mí estropeada vida.
atorméntanme a cada instante.
Vierto
tantas lágrimas, tantas,
que llenan las grietas sensibles del alma.
dejadas vacías al huir.
En la soledad de la tarde,
al fulgor de nuestro único encuentro,
la nostalgia invade.
Al recordar tu gracia sumergida,
en las encantadas aguas de nuestro querer
Gozando placeres, cual ninfa encantada.
de júbilo irradiando.
Si solo estoy,
con la imaginación recorro.
Aquellos presuntuosos rincones,
donde el polvo de nuestros anhelos
esparcidos en esa fantasiosa noche,
quedaron.
Y que nunca, de los nuncas,
volveremos a vivir.
A mi mente,
de tanto en ese día pensar,
la testa le duele.
Y solo con la aspirina de tus besos,
se calmará.
bambam