Le hace tan bien a mi cama
ver tu piel desnuda jugueteando
entre las sábanas;
No puedo hacer a un lado
la mirada, te contemplo
y te deseo como desea
una fiera su carnada.
Poco a poco me abalanzo,
me dejo caer a tu lado,
por el deseo empujada
dejo actuar a mis manos
las que sigilosas
se depositan en tu espalda.
Mi pecho lo siento agitado,
te susurro al oído
un ¡Te amo! quiero que
me des libre albedrío
para hacer lo que ansío,
bregar sobre tu cuerpo hasta
encontrarme con tu rio.
Como un mástil siento tu miembro
elevarse, quieres acompañarme
en esta odisea, y sin
que me lo pidas, muerdo y
estrujo la fruta que me
has ofrecido, la paladeo.
y mi lengua juguetona
lo acaricia sin dejar
espacio virgen a su paso.
La aguas se embravecen,
las olas han mojado la playa,
es hora de que domine
o me deje dominar, serás
tú o seré yo al que le
toque guiar, a este barco
llamado lujuria hasta su terminal.
Mónica
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile.