Negreros con gris traje y corbata de seda
solo engañan y mienten cual ecos de sirena.
Pobres los africanos, viven sólo de andrajos
perdidos en un mundo sin rumbo ni esperanza,
cruzar como se pueda, el mar Mediterráneo
en busca de la Europa, donde el sueño descansa.
Explotado trabaja, en pobreza descansa,
llenaron su cabeza, de canastos de seda,
le venden fantasías: Cruza el Mediterráneo.
Por qué sigue oyendo, el canto de sirena
maniatado al pasado, dónde ya no hay esperanza:
¡ Hijo de Kunta Kinte, aún llevas andrajos !
Te venden ilusiones, y vistes andrajos
fiel a esas tus raíces, tu piel nunca descansa.
Lleva esa cara negra llena de esa esperanza
que con timo robaron: hay orbes de pura seda.
Loco por la bonanza oyes a la sirena
y enfilas presuroso, viaje al Mediterráneo
Sin quererlo las olas, del cruel Mediterráneo,
tragarón a tu raza, dejando solo andrajos
como al valiente Ulises, le arrebato la sirena
esa tripulación; que por fin ya descansa.
A vosotros sus almas, arrebato la seda.
robando vuestras vidas, burlando la esperanza.
En la Europa mal sana, termina su esperanza
¿ para qué la hazaña ?, porque Mediterráneo
lo llevas a España donde cruje su piel de seda.
Con la manta en el suelo, viste solo de andrajos
trabajas cada día, el negro no descansa
embaucado y perdido, por la locuaz sirena.
En este mar mundano, dónde está la sirena
nunca pierdas la fé, la ilusión, la esperanza
ya que tu corazón, en tu negra descansa
esperando el retorno sobre el Mediterráneo.
Ese negro no escapa de los mugres andrajos
les ofrecieron oro, les dan migas de seda.
Sabio Mediterránereo, castiga a la sirena
que sólo con andrajos, no con pieles de seda,
matará la esperanza, del que en casa descansa.
Un beso y una flor.
Alfredo Daniel López.