Pintar quisiera hoy la luna de colores
y vestirla con su traje de torera
para que el mundo la viera pinturera,
y exclamase un olé, olé de mil amores.
Quisiera yo que en mi pupila el arco iris
con los pinceles seleccionar pudiera
tomando el color que más me apeteciera
desde esa vistosa paleta que es mi iris.
Y el olor. Me gustaría desprendiera
suspiros embriagadores, misteriosos
que inundasen de perfumes olorosos
a nuestro aire, en permanente primavera.
¿Por qué dios que pudo hacerla así no quiso?
de luz dontarla y de aromas y colores;
¡qué lindo seria gozar de sus favores
y qué bello sucumbir a sus hechizos!