Esta noche estoy llorando mi desgracia
lo hago porque he liberado los ayeres,
ha llegado el momento de llorarle a la luna
y así derretir mi frío tormento de quereres.
Lloraré por las noches lágrimas de estrellas
iluminando con tristeza el firmamento,
serán estrellas desquebrajadas y sinceras
y aunque lágrimas negras no dejaran de ser bellas.
Voy a llorar y en el corazón pondré mi mano
para consolarlo cuando su latido decrezca
porque aunque tenga corazón de poeta
la sangre que corre en él me hace humano,
iré maldiciendo el tiempo que como tirano
no detuvo los segundos en tu partida,
lloraré porque deseo desahogar los lamentos
que se liberaron de mi alma perdida.
Mis lágrimas negras amargaran tu pecho
cuando trates de descansar tu inclemencia
y te darán tanta duda e incertidumbre
que caminaras sola entre la muchedumbre.
Recordaras por momentos los días brillantes
que pasaste paseando de mi mano,
también aquellas noches de luna rojiza
que fuimos dos íntimos amantes
y en la cama dejamos del amor su ceniza.
Lloraré esta noche como faro destellando
sus penas en luces melancólicas al mar,
mis lágrimas serán las mismas sombras
que te consolaran cuando estés llorando.
Buscaras en la oscuridad lo que dejaste
y yo seguiré llorando tu partida,
serás la fiel imagen de una amante triste
y yo seré solo el amor que un día ofreciste.
Lloraré lágrimas negras porque ya no queda nada
en mi interior que de color a mi alma,
y se caerá la luna comenzando la batalla de olvidos
sabiendo que quizás nunca volveré a ser feliz
me encontraras en la lista de los ya caídos.