José Adolfo Fernando

Migrante

 

Fatigado,

Cuántas veces fatigado

En mi cuerpo sin saber

por dónde

tiene su boca el

laberinto

lustrando vocablos

 

Mi existencia labrándola

con diamante

 

Paseando

paseos rítmicos

de afuera adentro

de adentro afuera

vida intestina

extraña mezcla

de papel

de tiempo y nieve.

De tiempo y fuego

 

Mi corazón siguió marcando el ritmo

 

Yo esperaba sentado

en la penumbra magistral

el tan anunciado día

Allí quizás pudiera ejercer

mi voz.

 

Mi voz, Mi voz, Mi voz

temblando

mi existencia entre recintos

tan cerrados!

 

Mi voz, Mi voz, Mi voz

de vida intestina

allí en donde con rubíes

el fuego es mezcla extraña

de tiempo, nieve y  papel