Fatigado,
Cuántas veces fatigado
En mi cuerpo sin saber
por dónde
tiene su boca el
laberinto
lustrando vocablos
Mi existencia labrándola
con diamante
Paseando
paseos rítmicos
de afuera adentro
de adentro afuera
vida intestina
extraña mezcla
de papel
de tiempo y nieve.
De tiempo y fuego
Mi corazón siguió marcando el ritmo
Yo esperaba sentado
en la penumbra magistral
el tan anunciado día
Allí quizás pudiera ejercer
mi voz.
Mi voz, Mi voz, Mi voz
temblando
mi existencia entre recintos
tan cerrados!
Mi voz, Mi voz, Mi voz
de vida intestina
allí en donde con rubíes
el fuego es mezcla extraña
de tiempo, nieve y papel