Se parecía a una invitación anhelada. Peculiar, se presentaba con palabras llanas. Con su veta íntima demostró propiedades raras.Desafío que ensalzaba a mi alma apasionada.
Se instaló ya sin reversa en mi morada clara. Su preferencia era mi constelación izquierda, rebalsándola superó mis ansias.
Los bailes me agotaron, más su Arte me convino a despedirlo con muy pocas ganas.
Excedida de sentires le rogué su retirada, cautelosa cerré ventanas.
Coqueteo con su ausencia, llamándolo sin gritos.
Está lejos, en la próxima parada.
Y yo elegí esta NADA.