La rosa de los vientos
se ha vuelto loca
mira la cara serena
de esta franja angosta.
Baña al norte desértico
con lágrimas de barro
la inocencia piadosa
bajo los techos cansados.
El calor hecho cenizas
araucarias vestidas de negro
las lenguas rojas lamiendo
los bosques y lares cayendo.
Un cono lanzando llamas
desde el fondo del universo
dejando petrificado
hasta el solitario pensamiento.
El piso en movimiento
danzando cuestas y cerros
las alas agitando brisas
para su eterno sosiego.