Presentí que
Más temprano que tarde
Te encontraría.
Y así ocurrió
Un día de sorpresa
Inolvidable.
Eras un fruto
De la campiña ajena
Pero sabía
Que eras, mujer,
El amor tan buscado
Milenios ha
Y quedó abierto
Tu corazón de magia.
Y se envolvió
Mi corazón,
Ya tuyo para siempre,
De calma pura.
Y huyó la sombra
Y en mi pobre covacha
Se hizo la luz.